Este año se presentaron doce películas en competencia, y en El aura cultural te hacemos un resumen, para que cuando anuncien los ganadores no te agarre sorprendido. Los Jurados oficiales que determinarán quién se lleva el Ástor de Oro son: Paul Schrader (de quien subimos su clase magistral), Gerardo Herrero, director madrileño que dirigió Malena es un nombre de tango, la directora chilena Valeria Sarmiento, el director español Carlos Vermut (aquí comentamos su film Magical girl), la actriz argentina Soledad Villamil y el crítico español Manu Yáñez Murillo.
1. JAUJA de Lisandro Alonso. Un relato pausado hasta el punto de que no nos damos cuenta en qué momento la acción avanza. Pero avanza...hacia un pasado de ensoñación donde la Patria que se quiere construir se escurre entre los dedos, igual que una hija de las manos de su padre. Acá encontrás la crítica que hicimos.
2. EL PERRO MOLINA de José Celestino Campusano. Con un estilo muy personal, el cine de Campusano cuenta historias inventadas, pero sacadas de la realidad. Y así son sus personajes: del conurbano bonaerense, con sus propios códigos, con un estilo actoral único. Aquí nos cuenta una historia de lealtades y traiciones, donde los buenos son las prostitutas y los cafishos, y el malo es un policía de la bonaerense. Si no te enganchás con esta peli, no te enganchás con nada. Una joyita.
3. LA VIDA DE ALGUIEN de Ezequiel Acuña. Eterno adolescente, Acuña tiñe el film de una mirada inocentona y melancólica sobre la creación de una banda de rock (inspirada en la uruguaya La foca), y esto justifica los 35 mm y la banda sonora de baladas en la vos angelical de Ailín Salas.
4. VENTOS DE AGOSTO de Gabriel Mascaro. En un pueblo costero perdido de Brasil, en donde ni la policía sabe llegar, viven sus vidas Shirley y Jeison. Ella maneja el tractor que transporta los cocos y cuida de su abuela. A veces practica cómo tatuar en chanchos. Él baja los cocos de la palmera, pesca haciendo buceo y está obsesionado con un cadáver que encontró en la playa y nadie reclama. Y es que en este pueblo olvidado de la mano de Dios, ni los muertos escapan de ser ignorados. Y Jeison teme ese futuro.
5. ALIVE de Park Jungbum. Un hombre vive una vida de trabajo forzado, fuera y dentro de su casa. Su hermana se flagela. El castigo que ambos se autoimponen tiene que ver con su pasado. Ante las adversidades, la perseverancia toma carices existencialistas.
6. NO TODO ES VIGILIA de Hermes Paralluelo. La comparación con la película de Michel Haneke, Amour, es casi una referencia obligada. Una pareja octogenaria, interpretada por los abuelos del propio director, ya no puede cuidarse sola y deben pensar en un asilo. La crueldad de la vejez, pero con una mirada más optimista que la de Haneke, es el epicentro de este film.
7. LA CHAMBRE BLEUE de Mathieu Amalric. Un hombre engaña a su mujer con una empleada de la farmacia de su pueblo, quien a su vez está casada con un hombre enfermo. El film es una reconstrucción, no tanto de los hechos, como de las sensaciones de este hombre, enfrentado a un juicio por la muerte de su mujer y el marido de su amante. Un film menor de Amalric, pero no por ello deja de ser excelente. La cámara sigue al personaje de Amalric, pero a la vez retrata lo que él ve y siente, por lo que el relato se fragmenta. Lo importante no es saber qué pasó, sino cómo lo vivió.
8. MELBOURNE de Nima Javidi. Una joven pareja iraní está preparando todo porque esa noche abandonan su país, para buscar mejor fortuna en la ciudad australiana a la que alude el título. Una vecina les pide que le cuiden a la beba de meses mientras va a hacer unos trámites. En determinado momento descubren que la beba no respira. Con una claustrofobia agobiante (todo el film transcurre en el departamento) Javidi nos muestra el colapso de los valores de al sociedad iraní, al poner a sus personajes en una situación extrema. Muy parecida a la multipremiada La separación
9. LE MERAVIGLE de Alice Rohrwacher. El choque de dos mundos en una familia de campo. Uno de los films más interesantes de la competencia. Nuestra nota aquí.
10. CAVALO DINHEIRO de Pedro Costa. Hubo un chiste que circuló en el Festival de que la película de Costa era un powerpoint, pero en esos tiempos muertos, en esos planos detenidos al infinito, se cuela la poesía de Costa. Un hombre, el viejo Ventura, se halla en un hospital en ruina escuchando los fantasmas de su pasado. Surrealismo potenciado. Otra de las grandes candidatas al Ástor.
11. THE DUKE OF BURGUNDY de Peter Strickland. No sabemos por qué se llama así, quizá porque es una casa real que fue importante en la edad media pero no dejó herederos, y porque el film de Strickland relata la vida homosexual y sadomasoquista de dos mujeres: una aristócrata y su empleada. Pero en ese juego de poder y sumisión, no todo es lo que parece. Un pueblo sin tiempo sin espacio, sólo habitado por mujeres expertas en mariposas es el marco para este film por momentos surrealista. Quizá una de las cosas más interesantes sea su secuencia de créditos iniciales, donde con filtros de diferentes colores se congela la imagen para mostrar a los partícipes de la realización, incluido el Vestuario, Lencería...y Perfume.
12. COME TO MY VOICE de Hüseyin Karabey. En medio del conflicto kurdo en Turquía, una abuela y su nieta deben conseguir un arma para que liberen al padre de la niña, único sostén de la familia, al que la policía secuestró por sospecha de terrorismo y portación de armas. Como una suerte de cajas chinas, el relato se ve duplicado por el canto de un trovador que cuenta la historia que vemos, en donde a su vez se cuenta la fábula de un zorro que debe buscar unas perlas para canjear por una nueva cola.
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