Carlos Vermut, además de ser uno de los jurados de la Competencia Internacional, es el director de esta obra de arte, con tintes almodovarianos, donde el destino de tres personajes está unido por más de una casualidad.
Luis (Luis Bermejo), es un docente de Literatura que está actualmente desempleado, y para colmo de males, su hija Alicia padece leucemia y está por morir. Su último deseo es tener el traje de la serie de animé "Magical girl Yuyiko", por la diseñadora Megumi. Bárbara (Bárbara Lennie) es una joven con desordenes mentales, casada con un marido que la psicopatea y empastilla. En la noche en que ambos personajes tocan fondo, tienen sexo. Luis aprovechará para chantajear a Bárbara, quien recurre a Damián (José Sacristán), un maestro de matemática de su infancia, para que ponga fin a esta situación.
Como bien lo presenta el afiche de la película, Magical girl es un rompecabezas de imposible resolución, donde siempre hay una pieza ausente para el espectador, algo que se le escapa, o que intuye pero no puede corroborar. Y es justamente eso lo que atrapa del film de Vermut, donde presenta un universo fatalista, de personajes angustiados por sus propios demonios, pero no por ello carente de humor. Incluso en su armado, hay siempre un pequeño desfasaje: se nos presenta un personaje en una situación, y luego se retoma para relacionarlo con el otro personaje. Como una suerte de encabalgamiento temporal, como piezas del rompecabezas que estamos probando si funcionan juntas. Y vaya si lo hacen.
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