Reseña unipersonal: "Rodando" de Alejandro Acobino y Germán Rodríguez


Por Denise Berler 

¿Cómo ser testigos de una película completa solo con la imaginación teatral? Una forma original de convocar el cine al escenario.Un unipersonal que pareciera estar lleno de personajes diversos y escenarios múltiples. Sin embargo, toda la obra se desarrolla en un escenario pelado, solo con una mesita a un costado, con un vaso de agua encima, y un hombre en silla de ruedas. 

A partir de un relato impecable y una sólida actuación, un hombre, que sabe ser varios hombres, nos va adentrando en los pormenores de una película, una Route Movie. No solo en su historia y sus personajes, sino en la forma que es filmada, y hasta en los distintos planos que se van utilizando para cada escena. En un narración continua, verborrágica, contada como un guión cinematográfico, se van intercalando todos estos elementos de modo que vamos involucrándonos en una historia y a su vez en el modo de filmarla. La mente comienza a viajar por paisajes impactantes e imágenes intrigantes y conmovedoras, solo creadas por los dichos del actor, acompañados de cambios de luces y de distintas músicas. 

Así atravesamos distintos paisajes de la Argentina, a la vez que sentimos los climas emocionales y el suspenso que se va generando en la historia, y hasta somos cómplices de las dificultades del director para filmar. Poco a poco, entramos en un clima de ensoñación y nos sentimos viajar por una película, volviendo una y otra vez al teatro. Con una muy buena fusión de ambas artes, esta obra sorprende por su sencillez y sutileza, y nos deja con ganas de más.

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