Entre los trabajos de animación que siempre se destacan en los festivales de cortos por su nivel de realización y detalle, sobresale en esta edición 2014 de UNCIPAR, Nuestra arma es nuestra lengua, un corto que desde la animación Stop Motion y utilizando telas como material, logra darle vida al norte argentino y sus personajes y paisajes emblemáticos.
El trabajo de Cristian Cartier se destaca por el diseño de las montañas de varios colores, los cielos y mares -con espuma inclusive- para resaltar la notable labor del detalle técnico de este tipo de trabajos.
Pero el mayor valor reside en lo autóctono del trabajo y su idea de identidad en personajes y elementos propios de la región. Por tales motivos cuesta entender el cambio de registro hacia el final con un ritmo violento y una narrativa propia de otra cultura (las artes marciales) o la noción de héroe del cine yankie.
Sin embargo, el corto cuenta con un gran ejercicio de recreación de la naturaleza con la sola utilización de telas de diferentes colores, y en el nivel de descripción de tales caracterizaciones está su máximo valor.
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