Reseña: "La pipetuá: A la obra!" de Osqui Guzmán

Domingo y Sábado a las 17:00 hs, hasta el 11/08/2013. 
Teatro Apolo (Corrientes 1372, CABA). Entradas desde: $ 100.- 

Por Denise Berler
¿Cómo es un mundo habitados por muchos mundos y donde la lógica cotidiana no siempre es la que impera? La pipetuá nos invita a conocer un poquito de esto. En una historia que comienza pareciendo ser un día cotidiano en la vida de cuatro albañiles, dispuestos a construir una misteriosa máquina, se inicia un juego con los elementos de trabajo, que vuela hasta límites insospechados, en el cual todo parece transformarse en mágico. “A la obra”, construye un mundo que desafía nuestros sentidos y la lógica convencional. Una realidad donde los objetos estrafalarios, los materiales curiosos y los recursos imponentes no dejan de surgir, y donde todo parece armarse y desarmarse constantemente, invitándonos a nuevas fantasías cada vez. 

Con un humor a ratos de lo más original y a ratos al más clásico estilo de los Tres Chiflados, estos cuatro personajes, delirantes y entrañables, nos invitan a ser cómplices de su imaginación y de sus travesuras, creando situaciones que por momentos nos hacen creer estar sumergidos en un universo surrealista. A no esperar entonces encontrarse con un relato lineal que lleve a un desenlace convencional. La propuesta se centra en la suma de experiencias sensoriales, a veces encadenadas a veces no, que se despliegen como la narración de los sueños: un sentido se abre y antes de desarrollarse del todo un nuevo sentido viene a interrumpir y a crear un nuevo universo. 

Nada concluye, todos los sentidos permanecen abiertos, como anécdotas en la memoria, lo único que se mantiene es la cercanía de los personajes, que nos maravillan y nos mantienen prendidos de principio a fin. Una obra que nos invita a deconstruir el vínculo cotidiano con los objetos y a jugar y a reinventar nuevas posibilidades para los mismos. Abre así una visión de la vida plagada de cretividad donde los sentidos pueden recrearse una y otra vez y la diversión parece no tener fin.

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