Funciones: sábados, a las 19hs.
Teatro del Abasto: Humahuaca 3549. Duración: 50 minutos. Reservas: 4865-0014. Entradas: $60. Estudiantes y jubilados 2x1.
Una madre devoradora, un afuera atemorizante y la lucha por dominar y no dejarse dominar.
Adentro, la rutina asfixia. Afuera, los peligros arrecian.
La obra muestra el resquebrajamiento de una familia cuyos vínculos son pervertidos por la dominación asfixiante de una madre que no vacila en apropiarse de sus seres queridos más allá de todo límite. La endogamia de este grupo humano impregna el relato. Prohibiciones, permisos y tabúes que circulan en el núcleo social básico se exacerban causando la identificación del espectador y su posterior reflexión. Esta madre‐araña los atrapa implacablemente con el pretexto de preservarlos de las acechanzas del mundo externo. Padre e hijos van así cayendo en sus redes hasta finalmente ser fagocitados por ella, voraz mantis religiosa.
Nos interesa especialmente esta temática, por un lado atemporal, con resonancias mitológicas (Medea); y por otro lado esencialmente actual con referencia al encierro y aislamiento en un entorno cada vez más caótico y agresivo.
El lenguaje es poético-onírico extrayendo solo la sustancia, el jugo esencial de estos personajes, que animan subyacentemente el mito de Medea, asesina de su propia prole.
Apuntamos a la simbolización y abstracción de la idea central, apoyados en una instalación escenográfica que fortalece su atemporalidad: el poder sobre los demás y su manipulación en el seno de la célula familiar.
Los personajes interactúan con la escenografía, modificando el espacio escénico, como venimos investigando con el grupo “Los Celebrantes” desde “La Metamorfosis” y “Serán otros los ruidos”.
Mi búsqueda apunta, como siempre, a la abstracción y no a la representación; y lejos de presentar el relato lineal del conflicto, privilegia la imagen sobre el relato, dejando significantes abiertos.
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