En épocas de re escritura de cuentos tradicionales (Blancanieves, El mago de Oz) llega este cortometraje que ambienta la historia de Caperucita Roja en el Chaco. El leñador viene a ser el lobo que acecha (golpea, quedan en su rostro las evidentes marcas de violencia de género) a Caperucita en su habitual recolección hasta casa de su abuelita.
Pero el cortometraje de Sonia Bertotti indaga en el género policial: el leñador muere ni bien comenzado el relato y Caperucita lo encuentra debajo de un hacha. Transcurren los días y el misterio acerca de su muerte deambula el relato, con intromisión de la policía incluida.
Interesante planteo de adaptación, al utilizar la inocencia de la protagonista de capa roja para describir la relación sumisa de las mujeres del monte chaqueño. La sabiduría de la anciana abuelita, y sus vivencias quedan expuestas en su duro y nada tierno rostro marcado por una vida rústica.
El bosque es un lugar árido y el leñador (lobo feroz del cuento) un hombre grande y rudo.
Los tiempos muertos trazan el recorrido e imponen los motivos de los protagonistas en sus largos y rutinarios pensamientos, logrando relacionar al cuento infantil con la violencia de género para dar un atractivo e inteligente recurso que llega a la denuncia de manera más acertada.
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