Obra: "La mujer justa" con Graciela Dufau y Arturo Bonin

Viernes y Sábados 22:30.
Centro Cultural de la Cooperación
(Av. Corrientes 1543)
Localidades: $ 80.-

Por Laura Recio

El mayor mérito de esta pieza radica en la manera inequívoca en que nos remite al espíritu de toda la obra de Márai, caracterizada por reflejar como nadie tanto la profundidad de las relaciones humanas como el clima de época propio de los años 40. El autor convoca a la pasión, las emociones y los desencuentros, y cualquiera de sus obras maestras porta esa marca sublime. Por supuesto, La mujer justa no escapa afortunadamente a esas caracterizaciones, y la adaptación de la novela al lenguaje teatral lo certifica.

La dupla Dufau-Urquijo ha logrado, no sin dificultad, plasmar en esta obra el compendio de receptividad que el espectador requiere tanto al leer una novela como al asistir al trabajo escénico.

Se trata de tres monólogos contundentes, con una altísima carga emotiva, que intentan desentrañar a lo largo de toda la obra, la existencia de esa idealización (y por tanto falacia) que constituye una mujer justa, única, irreemplazable…que en verdad no existe. El relato indaga en las subjetividades de los protagonistas, sus angustias, sus deudas afectivas, sus ambigüedades, sus miedos, sus traiciones.

Una escenografía exquisita, centrada en un marco dorado enorme que simboliza el encuadre de las hipocresías y banalidades de una época teñida del recato y la seudo-corrección. Y también un sutil velo transparente que delimita alternadamente los espacios narrativos y actuados de la historia.

Un desafío colectivo esta puesta de Urquijo, que va resolviendo con efectividad, sumando a un sólido elenco actoral, estos recursos interpretativos no convencionales intentando con éxito desbordar el marco dorado que pretende contenerlos.

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