En este siglo las historias de conquistas de chicas dieron un vuelco con relación a los años ochenta y noventa: los perdedores serán los protagonistas más requeridos a la hora de conseguir mujeres.
Siguiendo tal premisa, Pedro Mauvecín realiza un divertido cortometraje que tiene lugar en una fiesta, con el protagonista relatando la situación de reconquista de su ex novia.
Pero lo interesante aquí, es el recurso utilizado: las estadísticas que aparecen en letras y números sobre la imagen irán transformando su mensaje en función del crédito que el protagonista obtenga al intentar conquistar a la chica, también pretendida por un “ganador”.
Divertido y elocuente, Cosa de nombres se caracteriza por destacarse allí donde otros suenan redundantes. Como su protagonista.
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