Por Rocío González
Qué mejor forma de viajar al pasado para traer al presente a los viejos amigos que lo acompañaban en las tablas, que con Carlitos Gardel haciendo de chofer...él es el conductor que lo lleva a Mayoral por tres lugares de Buenos Aires que tienen mucho que ver con el tango, aunque no de una manera obvia. En primer lugar, Mataderos y el boxeo. En segundo lugar, el cementerio de la Chacarita, donde uno de sus compadres es funebrero. Y por último un hospicio mental.
Héctor Mayoral, junto a su partenaire y esposa Elsa María, es el más grande bailador de tangos de la Argentina; ha viajado por todo lo ancho y largo del orbe, ha conquistado los escenarios en vivo y los televisados, ha inventado pasos y registrado las bondandades a nivel cardiovascular del baile rioplatense. Un hombre extra-ordinario, que escapa a las hazañas de los simples mortales.
Sergio Aisenstein y Pablo Pintor lo rescatan de un probable olvido para las nuevas generaciones, y lo hacen de la manera más acertada: realizando una película no lineal, onírica, con mucho humor y para nada engominada.
Qué mejor forma de viajar al pasado para traer al presente a los viejos amigos que lo acompañaban en las tablas, que con Carlitos Gardel haciendo de chofer...él es el conductor que lo lleva a Mayoral por tres lugares de Buenos Aires que tienen mucho que ver con el tango, aunque no de una manera obvia. En primer lugar, Mataderos y el boxeo. En segundo lugar, el cementerio de la Chacarita, donde uno de sus compadres es funebrero. Y por último un hospicio mental. Ya reunidos los amigos realizan un banquete suntuoso en un teatro porteño, donde un hipnotizador sumirá a Mayoral en un trance del que saldrá como un héroe de la escena tanguera argentina.
El resultado es un película no convencional. En lugar de un documental "serio" como homenaje a una figura importante, los directores eligen el humor, el intertexto tanguero y sus cruces con el rock (gran parte de la banda de sonido es Manal), una puesta en escena que juega con lo familiar y lo extraño al mismo tiempo. Y Mayoral se presta a este juego, entra por completo en su personaje y nos demuestra su versatilidad como artista...sólo los realmente grandes carecen del temor de hacer el ridículo y se prestan a experimentar nuevas formas de arte alejadas de lo tradicional.
Y qué mejor lugar que un festival de Cine Independiente para exhibir por primera vez este film independiente hasta la médula.
REPITE: Mié. 13, 15.45, Hoyts || Vie. 15, 19.00, A. Francesa
El hombre que baila
Argentina, 2010
70' / Digibeta / Color
Emerald Producciones
REPITE: Mié. 13, 15.45, Hoyts || Vie. 15, 19.00, A. Francesa
El hombre que baila
Argentina, 2010
70' / Digibeta / Color
Emerald Producciones
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