Obra: Soy Rocío

Por Emiliano Basile

Sábados 23.15 hs
Teatro Anfitrión
Venezuela 3340
Entrada: $ 40 (Est. y jub. $ 25)
Reservas: 4931-2124
Duración: 80 minutos

La década del noventa ha dejado marcas a nivel social. Marcas visibles si de relaciones sociales se trata. Soy Rocío, la obra de Verónica Schneck, trabaja sobre las distintas situaciones producidas en el living comedor de una familia, durante los años noventa.

Rocío, una adolescente conflictuada que intenta prepararse para llegar a las Olimpiadas de Matemática, vive bajo la presión de su alcohólica madre Tina (Verónica Schneck). A éstos personajes se les suma la amiga de la casa Estrella (Marta Pomponio), Ramiro (Nahuel Cano) hermano de Rocío, su padre Roque (Adrián Silver), el abuelo César (Luís Gasloli) y su joven novia Pauli (Cristina Blanco).

La televisión encendida en el centro de la escena es el eje temático de los diferentes segmentos de la obra, configurando la familia disfuncional como centro del relato. Sonido de interferencia (ya sea del televisor o de otro personaje que habla al mismo tiempo) influye en la incomunicación que, paradójicamente, no puede desarrollarse con fluidez en el reducido espacio que los personajes habitan.

La escenografía pasa a ser otro personaje. El empapelado ocre mezclado con un estilo “todo por dos pesos” configura el entorno que plantea la falta de motivación en Rocío y su familia.

La obra dirigida por Diego Echegoyen y Verónica Schneck, plantea este universo oscuro y adverso de los años menemistas, poniendo el acento en las relaciones familiares, pero siempre a partir de Rocío, heroína sufrida si las hay.

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