"El molino y la cruz" de Lech Majewski en Pantalla Pinamar

Por Rocío Mariel González

El film de Majewski plasma como pocas películas la relación entre el cine y la plástica (quizás el ejemplo más interesante de los últimos años haya sido El arca rusa de Sokurov), ya que es una interpretación de la pintura flamenca "El camino al calvario" de Brueghel, del año 1564.

En la octava edición de Pantalla Pinamar estuvo como invitado el director y dio una conferencia de prensa que fue una clase magistral. Allí contó que el crítico newyorkino Michael Gibson le había hecho llegar, a propósito del estreno de su película Angelus, un libro suyo con un análisis sobre esta pintura al que había titulado El molino y la cruz. A partir de allí Majewski quizo hacer un largometraje sobre este análisis artístico, cruzándolo con otras lecturas como la de Borges. Y es que se siente identificado con el hecho de que tanto Borges como Brueghel utilizan un lenguaje simbólico, donde el sentido está por ser develado, pero no es evidente, y es esto mismo lo que él pretende hacer con sus films. En este camino, en El molino y la cruz, Majewski relaciona a la red que teje la araña (referencia a Borges) con el hecho de que Brueghel ha ocultado en el centro de su cuadro el tema: Cristo llevando la cruz.

Como artista generoso que es Majewski, ha relatado con lujo de detalles el proceso por el que tuvo que pasar para lograr este film, con una técnica que fue inventada a medida que lo iba necesitando. En primer lugar, destacó el titánico trabajo que implicó la creación de los trajes. La pintura flamenca se caracteriza por un uso del color particular, cuestión relacionada con el hecho histórico de que Flandes fue durante la Edad Media y el Renacimiento uno de los principales productores de telas del mundo. Cuando Majewski se dispuso a filmar, se encontró con que esos colores no se encontraban actualmente en las telas, ya que antiguamente eran logrados por un proceso de manufactura de tinturas orgánicas. Es así como montó un taller textil y luego contrató a cuarenta campesinas polacas que sólo con una reproducción de la pintura de Brueghel como modelo realizaron la confección de las vestimentas.

Así de realista como era Brueghel para la creación de sus figuras humanas, no lo era para los paisajes: no hay en todo Flandes un terreno rocoso o montañoso, sino que se basó en bocetos que había realizado de las rocas de Italia - otro detalle para tener en cuenta es que por el 1500 las rocas eran un símbolo del cuerpo de Cristo. Es decir que Majewski tenía que encontrar una locación en la que pudiera representar el cuadro...pero aún cuando la había encontrado en Polonia, cinematográficamente no le servía, puesto que las figuras del fondo desaparecían en el paisaje. Es así como surgió la técnica por computadora, donde pintó el cuadro de Brueghel y lo expandió desde siete perspectivas simultáneas (en análisis matemático conocido como una forma de espacio no euclideano, descubierto por Riemman). Sobre este trabajo de ruptura de las siete perspectivas, filmó a los actores variando la longitud de la lente según la distancia que se encontraran en el cuadro, y fue agregando capas en la PC (desde cuarenta a ciento cuarenta y siete). El resultado es un estudio sobre la representación en la pintura y en el cine, con un valor estético inigualable.

Retomando la cuestión del tema del cuadro, que es el camino de Cristo hacia su crucifixión, Majewski se pregunta por el misterio que implica que Brueghel no aproveche el drama y elija ocultarlo. La respuesta es filosófica: cuando las cosas importantes suceden, nadie las nota, porque todos estamos inmersos en nuestras propias desgracias. Pero además en esta obra, el director polaco aprovecha para pensar las relaciones entre el amor, la violencia, la miseria humana y el arte.

Una obra de contemplación, de análisis filosófico, que propone lecturas al infinito, como las grandes obras de arte suelen proponer.

Ficha técnica
Director: Lech Majewski
Guión: Michael Francis Gibson, Lech Majewski
Intérpretes principales: Charlotte Rampling, Rutger Hauer, Michael York, Joanna Litwin, Freddy Olsson, Dorota Roszkowska

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