Obra: "Te voy a matar, mamá" de Eduardo Rovner

Funciones: Domingos a las 20hs
Teatro La Comedia: Rodríguez Peña 1069
Entradas: $70.-

Por Laura Recio

Estamos en presencia de una pieza intensa, sumamente dramática, que invita a ser abordada despojada de las expectativas propias de la sorpresa que se desprende de textos menos previsibles.

Aún así, es destacable la apuesta del autor y director Eduardo Rovner, al presentar una temática altamente transitada por diversas expresiones artísticas, y recrearla sin embargo generando nuevas emociones y aciertos menos explorados.

Se trata de un clima ciertamente opresivo, que presenta el nudo de la trama desde el franco planteo del inicio, sin eufemismos. Hay una hija dispuesta a terminar con un destino anunciado, frente a lo que siente como la causa primaria de su infeliz existencia.

Entre los vaivenes de la lógica más esotérica, traduciendo sus razones en ensayos psicologistas, donde la historia de esta familia de tres, padre y madre condensados sabiamente por el autor, se va desmontando a partir del discurso descarnado de esta mujer-niña que no se permite el desprendimiento definitivo.

Gran despliegue meritorio de Mercedes Funes, que soporta sobre sí misma todo el bagaje de este unipersonal de densidad impresionante. La alusión a los objetos fetiche, que hablan por sí mismos acerca de la soledad, la muerte, las enormes contradicciones y la historia que porta este fragmentado grupo familiar, también constituye un acierto argumentativo.

El espacio escenográfico está claramente delimitado, y brilla por lo expresivo en medio de una manifiesta economía de recursos; lo que se visualiza como pieza escenográfica está impregnado de sentido, tan pronto puede hablar por sí mismo, como de hecho lo hace a través de la protagonista. En este punto, es destacable especialmente, en el juego en que fluyen estos objetos, la contundencia del final abrupto, sorpresivo, brutalmente inesperado.

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