La película de Hernán Gaffet Argentina Beat (2006) trabaja sobre los orígenes del rock argentino en la década del 60 –a cargo de sus protagonistas- mediante los cuales accedemos al universo social e histórico de la época.
Lo interesante del film es que la mitificación se produce sobre la época, no sobre los artistas entrevistados. Quizás el personaje de Tanguito, por haber fallecido en el esplendor de su juventud y ser su figura reconstruida por el recuerdo de los demás, sea el único integrante rockero convertido en héroe del panorama cultural que representa Argentina Beat. Los entrevistados, aunque también sean rockeros, son representados en su función de testigos de la época más que como artistas en sí mismos. Como hemos dicho, lo mitificado es la época, los años sesenta, la ‘Argentina Beat’. Los artistas mostrados en el film, ya sea mediante material de archivo o entrevistas, son meros hijos de la escena cultural de aquellos años.
Basta con ver el comienzo del documental: en el mismo prólogo se vislumbran imágenes de archivo de la llamada Revolución Libertadora. Ante la destrucción ocasionada por los bombardeos, el film da paso a su propia construcción, despegándose de aquellas imágenes con un leve paneo vertical tomando desde su base hasta su cima al obelisco –símbolo argentino por excelencia- y al llegar a su cumbre el paneo continúa hacia la izquierda donde en un balcón terraza, se ve una horda de jóvenes bailando rock. La música se apodera de las imágenes para nunca más soltarlas. Con ese movimiento de cámara que se eleva desde el obelisco se trata de elevar a nivel de mito al rock nacional. Gaffet está construyendo imágenes simbólicas sobre ciertos comportamientos sociales, como es el rock en los años sesenta.
Desde siempre se ha utilizado el mito como una forma de construcción de la historia social: “Es Dumézil sin duda (…) quien comenzó a encontrar un cierto parecido y una semejanza filológica esencial entre los términos y los roles que denotaban la historia romana primitiva, y los roles, los términos, las situaciones que connotaban los mitos indoeuropeos desde Escandinavia hasta la India actual. Señaló minuciosamente que eran los mismos mitos fundadores, con sus roles, sus situaciones, sus atributos y sus denominaciones filológicas, los que se encontraban en [todos los relatos históricos]” (DURAND, 1996: 32-33)
Este es un documental de construcción tradicional (narrador en voz over, uso de material de archivo, entrevistas a especialistas en el tema, emisión de estadísticas, etc.). En Argentina Beat se emplea una cantidad –y calidad- extensísima de material de archivo, para recuperar la memoria mediante la visión del ciudadano medio de aquel entonces. La voz narradora de Lalo Mir se utiliza para reforzar las imágenes de época, ya que se ha convertido por su trabajo como locutor en la radio Rock & Pop en una suerte del vocero del rock nacional. El material histórico es utilizado para contextualizar, y es reforzado con el relato de “los especialistas en la materia”, que son los propios músicos que dieron nacimiento al rock nacional.
Su visión idealista, romántica y nostálgica de los comienzos en el bar subterráneo apodado “la cueva”, es retratada por el director Hernán Gaffet con igual nostalgia. La distancia objetiva permite hacer una reflexión acerca del tiempo olvidado mientras que las imágenes utilizadas remiten directamente a la emoción que produjo la contemplación en directo.
Hay un doble movimiento en la construcción de la memoria. Gaffet distingue, desde la imagen, el pasado y el presente utilizando el blanco y negro para el primero y el color para el segundo. La memoria sólo puede construirse desde el presente, desde donde se remite a un pasado. Desde allí la película toma en la actualidad a los músicos en color y construye el pasado desde sus relatos, creando una memoria colectiva del rock nacional, reforzando la mitificación con el uso del blanco y negro. En el presente se construye una memoria del pasado y el modo en que Gaffet lo hace es convirtiendo el nacimiento del rock nacional en un suceso singular, único. Se construye la epopeya, se realza e institucionaliza una historia. Se ficcionaliza una realidad.
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