Obra: "Salinger" de Bernard-Marie Koltès en el San Martín

Miércoles a sábados a las 20, y domingos a las 19h.
Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530)
Platea: $70. Miércoles: $ 35.-

Por Laura Recio

Para apreciar en su totalidad el sentido lo que el autor pretendió imprimir a su obra, es necesario recurrir inevitablemente a su trayectoria como prolífico escritor francés pese a su temprana desaparición consecuencia del VIH. Tal vez también a su historia personal, y remitirse luego a la literatura de Jerome David Salinger, así (sin la doble L.) a quien Koltés admiraba profundamente. Obviando a este recorrido, resta abandonarse al sólo impacto sensorial, privilegiando lo visual y auditivo, plenamente logrado.

El inicio inesperado se presenta a partir del suicidio de uno de sus personajes principales. El acarreo de su cajón por parte de sus deudos irrumpe sorpresivamente en la sala Casacuberta -una de las entradas a la sala destinada a los espectadores- y constituye el eje central de la historia, donde los guiños a los clásicos de Salinger que se suceden alternativamente. El escenario de una ciudad como New York, tan brutalmente atravesada por las realidades de esos jóvenes protagonistas que sobreviven abrumados por los fantasmas de la guerra, recrea otras historias sórdidas que se conjugan en el relato de este autor posmoderno.

Koltés construye básicamente una crítica acérrima a la sociedad norteamericana, sus hipocresías y su beligerancia, relatada en términos literarios más allá de su lenguaje teatral, tal vez siendo éste otro guiño a Salinger. Quizás por eso se basa en extensos monólogos de los miembros de esa familia, madre, padre y hermanos, así como también de su mujer, hilvanados a través de los profundos vínculos afectivos con el Colo, personaje que suele aparecerse en escena más allá de su desaparición física.

En resumen, una obra digna del escenario del San Martín, con un elenco sólido y convincente, y una dirección a cargo de Paul Desveaux, que interpreta límpidamente las intenciones de este autor complejo y a la vez imperdible.

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