Por Emiliano Basile
Blues del hombre salvaje (Wild Man Blues, 1997) recupera al Woody Allen músico de gira por Europa con su banda de Jazz "New Orleans Jazz Band". El documental, editado por el sello Emerald y dirigido por Bárbara Kopple, se interna en la vida privada de Woody Allen durante la gira, dando un retrato profundo, denso y gracioso del artista en su otra faceta.
Blues del hombre salvaje (Wild Man Blues, 1997) recupera al Woody Allen músico de gira por Europa con su banda de Jazz "New Orleans Jazz Band". El documental, editado por el sello Emerald y dirigido por Bárbara Kopple, se interna en la vida privada de Woody Allen durante la gira, dando un retrato profundo, denso y gracioso del artista en su otra faceta.Lo más interesante de la película es ver a un Woody Allen en la intimidad, con todos sus tics y fobias llevados al extremo. El director de Manhattan (1980) es una persona densa, difícil de tratar a diario que, a la vez, es dueño de un sentido del humor y amabilidad extraordinaria con la gente que se le acerca a saludarlo. Woody Allen sufre. Sufre de la cotidianidad que le depara el ser famoso. La cámara lo sigue de cerca casi como un objeto a analizar. Y lo sorprendente del filme es verlo relajado, suelto, en estado de goce sólo cuando está sobre el escenario tocando su clarinete.
Blues del hombre salvaje se acerca desde la intimidad a la vida de este particular cineasta, dando la posibilidad de conocer un poco más los motivos de sus tópicos autorales.
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