Viernes a las 20.30 hs
El Extranjero - Valentín Gómez 3378
Localidades: $60 / Jubilados y estudiantes: $40
Por Rocío Mariel González
Apátrida, doscientos años y unos meses, es el título completo de esta obra pletórica en elementos, aunque a primera vista parezca despojada.
El espacio escénico está claramente dividido en tres: a la izquierda los instrumentos musicales no convencionales, pequeño reino donde Zypce se desenvuelve con soltura y genialidad; a la derecha, sólo dos atriles, el espacio donde Spregelburd se dividirá en dos, asumirá tanto el rol del héroe como del villano; el foro permanece oculto tras un telón, hasta que se devela como el espacio de un incierto presente.
La obra plantea, en primera instancia, la problemática acerca de la supuesta existencia de un 'arte nacional', para lo cual Spregelburd se basa en una serie de cartas entre Eduardo Schiaffino, artista plástico, y Eugenio Auzón, crítico español residente en Argentina, en 1891. Schaiffino plateaba, luego de haberse formado en el extranjero, que un arte nacional era posible. Auzón, quien por siempre quedaría tildado bajo el mote de apátrida, se le opone con fiereza. La pelea epistolar acabará en un duelo de espadas.
Pero más allá de este primer nivel de comprensión de la obra, se desprenden una serie de problemáticas relaciones entre el arte y la crítica, entre las formas y los contenidos, entre el pasado y el presente, entre el arte y el mercado. Mientras nos habla en un nivel literal acerca del estatuto del arte, en un nivel metafórico se está preguntando por el propio quehacer teatral, empujando los límites de la representación. Apátrida se promueve como una "ópera hablada", haciendo estallar la propia definición de ópera, y arrastrando en esta explosión una cantidad de supuestos acerca del teatro.
A través de la repetición, hasta el punto del absurdo, Spregelburd y Zypce construyen una obra densa, difícil, pero que tiene el efecto del canto órfico: es hipnotizante. Creada sobre la base de múltiples subtextos, Apátrida es una obra que requiere la plena atención del espectador, al que se desafía permanentemente de la manera más maravillosa que el hombre puede lograr con el arte: desde la provocación formal e intelectual.
FICHA TÉCNICA:
Actuación, dramaturgia y dirección: Rafael Spregelburd
Actuación, Composición y ejecución musical, diseño de instrumentos y dirección musical: Zypce
FICHA TÉCNICA:
Actuación, dramaturgia y dirección: Rafael Spregelburd
Actuación, Composición y ejecución musical, diseño de instrumentos y dirección musical: Zypce
Comentarios
Publicar un comentario