En esta obra innovadora, Thomas Bender reintroduce la historia norteamericana en el devenir mundial y derrumba de este modo el mito de la excepcionalidad trazado por la narrativa convencional.

En la misma línea, explica la guerra civil en el contexto de las revoluciones europeas de 1848, y más adelante advierte los indicios del espíritu expansionista en la conquista del oeste, que se realizó a expensas de las comunidades indias y de partes del territorio de México, y devela las aventuras imperiales en Filipinas, Puerto Rico y Corea.
Pese a que los Estados Unidos nunca lo han admitido, sus vínculos con América Central y Sudamérica revelan una impronta imperial, como también su política de extender el comercio exterior, expandir sus mercados y asegurar sus inversiones en otros países. El recorrido termina en el siglo XX, cuando el país, luego de la Segunda Guerra Mundial, se cierne sobre los acontecimientos globales mucho más intensamente que antes.
Argumentado con rigor empírico y gusto por las ideas, este libro relee la historia de los Estados Unidos en clave cosmopolita, y desmonta con agudeza crítica los relatos más arraigados sobre este país.
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