Por Lucía Roitbarg
Caer en amor se propone representar fragmentos de la obra de Shakespeare donde se desarrolle algún diálogo relacionado con el amor. Tres actores, un hombre y dos mujeres (Deborah Bianco, Cesar Repetto, Cecilia Wierzba) cambian sus roles durante la obra para darle vida a los distintos personajes que las distintas obras elegidas presentan. Un cuarto actor (Sergio Pelacani) interpreta una suerte de bufón que, con un par de instrumentos típicamente medievales y su canto lírico, acompaña las escenas.
Al tratarse de una obra que se maneja a partir de fragmentos, hay una idea de unidad buscada a través de la temática de cada uno de ellos. Los actores, y más específicamente, las actrices, representan seres poseídos por este sentimiento. Con ciertas pautas se entiende que la idea que se intenta transmitir tiene que ver con la idealización del amor, con su búsqueda, con su ser inalcanzable, con el deseo y la locura que este conlleva. Desde la movilidad del cuerpo de los actores y la forma de tratar el espacio se pretende salir de la realidad para que el público se deje cautivar por un tono solemne y musical que adopta la obra.
A toda la obra, sin embargo, le falta un elemento esencial, tanto para el amor como para un espectáculo: la seducción. La puesta se torna un poco hermética e indefinida y la forma poética que se pretende transmitir no tiene la fuerza necesaria para llegar al público. Siguiendo esta línea, es criticable el uso que se hace de la obra del dramaturgo: aparece como un cliché mal utilizado. Caer en amor es una idea que puede resultar teatral pero que considerara al espectador como un elemento indispensable para que funcione.
Intérpretes: Deborah Bianco || César Repetto || Sergio Pelacani || Cecilia Wierzba
Coreografía de Ofelia y Cupido: Diana Theocharidis
Iluminación: Miguel Solowej
Fotos: Martina Bertolini
Diseño de Gráfica: Mora Monteverde
Prensa: Duche-Zarate
Asistente de dirección: Martina Schvatz
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