Obra: "La importancia de llamarse Ernesto" de Oscar Wilde

Teatro: Corrientes Azul - Av. Corrientes 5965 (4854-1048)
Funciones: Viernes y Sábados 21 hs.
Localidades: $40.- || Est. y Jub. $25.-

Traducción/Versión: Graciela Castellanos / Hugo Álvarez || Elenco: Gustavo Pardi (Algernon Moncrieff), Julio Tortosa (Lane / Merriman), Enrique Papatino (Jack Worthing), Marta Paccamici (Lady Bracknell), Josefina Vitòn / Graciela Clusó (Gwendolin Fairfaix) Dolores Sierra / Paula Colombo (Cecily Cardew), Judith Buchalter (Miss Prism), Hugo Álvarez (Reverendo Ascot) || Puesta en escena y Dirección general: Hugo Álvarez

Por Rocío González


Esta obra fundamental de Wilde de 1895 - y su última, ya que luego será enjuiciado, condenado y humillado hasta su muerte en París en 1900- nos habla del puritanismo hipócrita de la sociedad londinense de su época. De hecho, el título original The importance of being earnest juega con la fonética de earnest (serio, honesto) y el nombre propio.

Frecuentemente vemos reposiciones de clásicos que no sabemos por qué fueron llevados a escena en la actualidad. No es éste el caso: Hugo Álvarez realiza un formidable trabajo en esta versión suya y de Graciela Castellanos que se estrena en la sala Corrientes Azul, con motivo de su reapertura.

Con una escenografía minimalista, donde predomina la paleta de colores claros, Álvarez pone el énfasis en la interpretación del texto, algo siempre complicado al tratarse de una obra de habla inglesa, pero que los actores logran dar vida, respetando la distancia histórica y a la vez aggiornándola. El movimiento corporal, y la entonación logran achicar ese distanciamiento que un texto de fines del siglo XIX podría llegar a generar.

Si bien la ambientación es la de principios del siglo XX, a medida que la obra avanza se va perdiendo ese carácter de época y se da lugar a numeros musicales más propios de una estética de los años '40 y '50, los cuales suman mucho a la obra y mantienen el ritmo.

La genialidad de la versión radica en el desdoblamiento de personajes. Si bien el tema de la duplicidad es algo que se desprende de la propia obra de Wilde, aquí se lleva al extremo al hacer que los roles de Cecily y Gwendolin sean interpretados por dos actrices cada uno y que un mismo actor haga los papeles de Merriman y Lane.

La duplicación está por doquier: tanto en los alter ego de Jack Worthing - Ernesto- y de Algernon - Bunbury-, como en los personajes de Cecily y Gwendolin, como en la doble cara de Lady Bracknell, como en el pasado de Miss Prism y las actitudes de Reverendo Ascot, y finalmente, en el propio Wilde, cuyo muñeco de tamaño real se sienta en primera fila y mira su propia obra. 

Como frutilla del postre, se muestra un video editado con imágenes y dibujos de Wilde al ritmo del tema de The Beatles The Piggies, donde la banda londinense critica las mismas hipocresías que se ponen de manifiesto en La importancia de llamarse Ernesto.

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