Por Rocío González
La apertura del Festival contó con la presencia del ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Ing. Hernán Lombardi y del director del Festival desde hace cuatro temporadas, Sergio Wolf.
Lombardi hizo hincapié en la importancia de este Festival para la Ciudad, y de la madurez de un público cada vez más exigente. Asimismo destacó la colaboración con otras ciudades del mundo y cómo el BAFICI funciona como un modo de difusión de la propia cultura y de otros países. En este sentido es que se habló del tandem Buenos Aires-París, que este año tiene particular importancia.
Wolf, por su parte, resaltó el hecho de que la apertura fuese a manos de una ópera prima (Vaquero, de Juan Minujín), situación que no se vivía desde el año 2001. Destacó la presencia cada vez mayor de las cinematografías latinomaericanas en la programación y que este año se buscó priorizar la ficción - el año pasado fue el boom de los documentales o docu/ficción-.
El programador también habló - y agradeció- el rol de las productoras a la hora de seleccionar el material, ya que hacía tiempo que venía pidiendo que no sólo participaran películas independientes de bajo presupuesto, sino también algunas que pueden ser consideradas como parte del mainstream. Y también destacó que en esta edición se encuentra la primer película producida por el CIC (Centro de Investigación Cinematográfica) que ofrecería una alternativa a las realizaciones del ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica).
Otro aspecto a destacar de esta edición es la aparición de tres libros, aparte del ya conocido catálogo: una novela llamada "Festival", desarrollada por uno de los jurados de ediciones anteriores y que relata desde dentro y a partir de la ficción la experiencia del BAFICI; un libro sobre uno de los homenajeados en la retrospectiva de este año: Kijû Yoshida; y por último, un trabajo teórico sobre los géneros dentro de lo que es el cine independiente.
Otro destacable es la apuesta por rescatar el pasado del cine (habrá un foco sobre el Super8) y el futuro (proyecciones en 3D, que incluyen Cave of Forgotten Dreams de Werner Herzog, Pequeñas Voces del colombiano Jairo Carrillo y Torrente: Crisis Letal de Santiago Segura).
La película de clausura es Nader and Simin, a separation, del iraní Asghar Farhadi, ganadora del Oso de Oro en el último Festival de Berlín.
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