Iñaki Urlezaga, junto al Ballet Concierto y la Camerata Porteña
“El Ángel vive” es una suite deliciosa que logra expresar, en una conjunción exacta de música y danza, el homenaje a Piazzolla. Pensada inicialmente en este sentido, rescata de la obra del grande de la música porteña, una selección (siempre parcial como toda selección), de algunas de sus obras más significativas.
Es así que se luce la Camerata, bajo la dirección del maestro Marcelo Rodríguez Scilla, interpretando con precisión y fidelidad el espíritu genial y siempre innovador del creador de temas emblemáticos de la historia de la música contemporánea. Y como si la música necesitara de la expresión de los cuerpos para desplegarse desbordando el espacio de ese escenario imponente que constituye el Teatro Coliseo, se suma el ballet complementándola.
Se trata de un nivel tan homogéneo de artistas, tan virtuoso cada uno de ellos, que logran cautivar al espectador tornando los compases de la música ciudadana en ballet sin por ello desvirtuar su espíritu sino por el contrario, enriqueciéndolo con las bellísimas piruetas de la danza más clásica en una fusión soñada. Y qué decir de Iñaki, cuya irrupción en escena, tan esperada por el público asistente, confirma el lucimiento de un grande de la música clásica que sigue ofreciendo su talento a través del mundo entero.
Pero rescatamos, que más allá de constituir una figura relevante del arte nacional, y tal vez porque lo es, y esa es la causa, en esta obra Iñaki se integra, se diluye por momentos, se reinventa, para posibilitar el surgimiento de la armonía que logran construir estos artistas, uno a uno y todos a la vez. Ese es el mayor mérito de este espectáculo.
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