Obra: Mágica


Por Rocío González
Dramaturgia y dirección: William Prociuk
Intérpretes: Marcelo Pozzi (Carlos), Natalia Salmoral (Ana), Ezequiel Rodríguez (Marcos), Lucrecia Oviedo (Inés), José Formento (Negroni), Julián Calviño (Joaquín), Victoria Mammoliti (Lucía) y Eduardo Iacono (Norman)
Teatro: Vera-Vera || Vera 108 || 4854-3655 ||Sábados 20.30 hs.
Mágica es una comedia negra. Carlos “accidentalmente” mata a Lucía, una estudiante de psicología. Todos sus conocidos tratan de encubrirlo: su hermana Ana; el novio de Ana, Marcos, un policía corrupto que engaña a su mujer Inés con la complicidad de su compañero Negroni; Joaquín, el guía espiritual de Ana, un ser con poderes paranormales…y también el espíritu de Lucía.
La obra, que en apariencia es una comedia ligera y absurda, habla de temas que nos tocan muy de cerca como sociedad. Los personajes son una clara parodia de sujetos con los que convivimos: policías irresponsables y corruptos, la mujer cornuda que se hace amiga de la novia de su marido, ‘manochantas’ y violentos… Todos viven bajo la ley del “sálvese quien pueda”.
El grupo de personajes representa el microcosmos de la sociedad y la historia en la que se ven envueltos es la historia argentina. Lucía es asesinada y hay que hacer algo con el cuerpo que apesta en la heladera. La mejor idea es hacer que el cuerpo desaparezca, porque sin cuerpo no hay delito…pero llegado el momento, ¿queremos saber la verdad? ¿Podemos soportarla o es tan desagradable, “apesta” tanto, que tratamos de ocultarla? Cuando no se puede llegar a la verdad, ¿es el engaño, o la creencia en lo mágico, la única vía de escape?
El espectador de Mágica se ríe pero con culpa: intuye, sospecha, sabe, que de lo que se ríe no es gracioso. Durante toda la obra algunas miradas y gestos dirigidos hacia público nos hacen cómplices de una acción funesta. Pero no es hasta que aparece Norman, el padre de Lucía que la risa se nos queda atragantada.
Pocas veces vemos una obra que movilice tanto sensorial como intelectualmente, donde la comedia y la tragedia convivan en perfecta sincronía, donde el espectador sea al mismo tiempo parte y aparte. En su tercera temporada, Mágica confirma ser una obra tan imperdible como necesaria.

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